viernes, 16 de abril de 2010
EN EL DESIERTO NO SOLO SE CORRE CUANDO HAY TORMENTA
Juan Craveri finalizó La Marathon de Sables
El atleta argentino participó en una de las carreras de resistencia y autosuficiencia más exigentes del mundo. Seis días y 245km para atravesar el desierto marroquí. De un total de 1.090 corredores de 43 naciones . Craveri finalizó en el puesto 268 de la general.
Por Nidia Barrientos.
En el desierto corren cuando hay tormenta de arena, pero esta vez la propuesta es diferente.
La Marathon de Sables es una carrera de ultra distancia y de resistencia una de las más exigente del mundo. Se realizó del 4 al 10 de abril en el Sahara , considerado uno de los desiertos más áridos, junto al de Gobi March en China y el de Atacama en Chile.
Dos fueron los Argentoinos que estuvieron allí, un mendocino y el empresario Juan Craveri, de Buenos Aires.
Los corredores recorrieron 245 km en seis días distribuídos de la siguiente manera: seis etapas correspondiendo una a cada día, estas fueron de 28, 34, 38, 80, 42 y 20 KM, siendo el cuarto día la jornada de mayor recorrido a través del desierto del Shara y a temperaturas que excede los 50 º C.
El terreno siempre es desértico aunque de diferente tipo, hay zonas rocosas, otras de lagos secos y muchas dunas.
Livianos de ropa empezaron la primera estapa, con las infaltables polainas que se ajustan en los tobillos y hasta las rodillas, para evitar que se le llenen de arena dentro las zapatillas. Tambien es obligatorio un camel back con agua para hidratarse y algunas barras energéticas para alimentarse.
Infaltable el turbante hecho de una fina tela de algodón que permite tapar la cara en el desierto
cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando..
La Marathon de Sables construyó su leyenda en 1985 donde se realizó por primera vez. Fue y es la inspiradora y disparadora de muchas otras pruebas desérticas que se realizan en el mundo.
Este año 2010, cumplió con su edición número 25.
En el desierto del Sahara existen aún campamentos nómadas, unos tres millones de personas, pero la población decrece.
Pastorean rebaños de camellos, corderos, cabras, vacas y asnos en un espacio de infinito y de silencio...
En términos deportivos esta carrera es una invitación a seguir explorando el potencial de cada participante, no sólo físico sino mental y esperitual. La competencia directa no es con otro corredor, sino con uno mismo.
El espiritu de sacrificio, de aventura y mucha voluntad es necesario. Lo que cada corredor busca en aquel silencio lo encuentra cuando escucha el latido de tu propio corazón. El mejor lugar para hallarse a uno mismo.
En la arena, los resultados son también la conjunción de agudeza y estrategia donde cada participante debe administrar eficiente y equilibradamente el consumo de alimentos y líquidos a lo largo de esta aventura.
Juan Craveri de 41 años, es el Presidente de Laboratorios Craveri, no sólo tiene a su empresa en plena forma sino que además le dedica muchas horas semanales a su entrenamiento personal. No descuida un sólo detalle y con el apoyo de su familia consigue todo lo que se propone.
Es su historial finalizó dos ultraman, veinte ironman, cinco maratones, varias carreras de aventura y esta última ultra-marathon. Este año Juan participará de experiencias humanas fuera de lo común, tiene planeado varios Ironman que tendrán lugar en Francia, Alemania, Canadá y México.
Además dijo: “... para octubre tengo otra bien grosa: 800 km en bici en un fin de semana! “
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