domingo, 13 de septiembre de 2009
ME QUITAS EL SUEÑO.
Por: Nidia Barrientos
Hoy en día el tener dificultades para conciliar el sueño parece un fenómeno bastante común en la población. Los trastornos del sueño pueden surgir por diversos factores, pero sin entrar en el detalle de cuáles son las causas, cómo interactúan entre sí, o por qué nuestro organismo responde de esa manera, hay un escenario que puede resultar alentador para aquellos que sufren de estos trastornos y de sus efectos nocivos sobre la salud. Varios estudios consideran al ejercicio físico como una herramienta que puede mejorar la calidad del sueño. En este sentido la investigadora brasileña Dra. Hanna Karen Antunes, del Centro de Estudios en Psicobiología y Ejercicio, llevó a cabo un trabajo con el objetivo de analizar los efectos del ejercicio físico en la privación del sueño. La primera etapa de su estudio se realizó sobre atletas de carreras de aventura. En este tipo de carreras los participantes deben recorrer circuitos de aproximadamente 500 km en un lapso cercano a los 4ó 5 días, durante los cuales se realizan diversas disciplinas deportivas. Estas competencias generalmente se desarrollan en medios agrestes, lo cual aumenta aún más el esfuerzo físico y mental que deben realizar los atletas. Además, durante la competencia las horas de sueño suelen ser muy pocas, de esta manera en las carreras de aventura los participantes están sometidos a elevados niveles de estrés durante varios días. Los primeros resultados mostraron que en estos atletas numerosos indicadores de situaciones de estrés prolongado, por ejemplo el nivel de cortisol, volvieron rápidamente a niveles normales luego de terminada la competencia. Según los especialistas, pareciera que el organismo de estos individuos estuvo de alguna manera protegido de los efectos nocivos que provocan la privación del sueño y la fatiga del ejercicio físico.
En este punto surge la pregunta si este resultado es consecuencia del excelente estado físico de estos deportistas. Bueno parece que no es tan así. En una segunda etapa, la Dra. Antunes realizó pruebas en condiciones de laboratorio donde trabajó con individuos sedentarios y con personas con alta actividad. Todos fueron privados del sueño pero a algunos grupos se le permitió hacer ejercicio. Posteriormente se hicieron los mismos análisis clínicos que en la primera etapa. Los resultados fueron casi inesperados, independientemente del estado físico de los individuos, la recuperación fue más rápida en los que habían realizado ejercicio. A partir de esta información los científicos concluyeron que realizar ejercicio físico es una forma de proteger nuestro organismo de los efectos deletéreos de la privación del sueño.
Con este tipo de estudios se hace evidente que la actividad física tiene un efecto positivo sobre nuestra salud, es que el deporte es vida sin olvidar claro que para que esa actividad sea saludable y placentera es muy importante contar con el asesoramiento profesional adecuado .
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